Una
oración de relativo puede estar introducida en latín por un pronombre relativo,
un adjetivo relativo o un adverbio relativo.
a) En latín solo hay un pronombre relativo que es qui quae quod (en castellano es “quien”,
“el cual”, “que”).
El
pronombre relativo va normalmente referido a una palabra que se encuentra en la
oración principal, llamada antecedente,
con el que concuerda obligatoriamente en género
y número, exactamente igual que en castellano.
Ejemplo: Pueri,
quibus magister praemia promisit, maiore cura laborabunt
“Los niños, a los que el maestro prometió premios,
trabajarán con mayor cuidado”
(la
oración de relativo es quibus magister
praemia promisit; quibus es un
dativo plural, CI de promisit, y va referido
a una palabra de la oración principal que es pueri, sujeto de laborabunt;
pueri es un nominativo plural
masculino, mientras que quibus es
dativo plural masculino: el antecedente y el relativo coinciden en ser
masculinos y plurales).
Una
oración de relativo que lleva antecedente tiene la misma función que un
adjetivo: si yo digo “los niños que han nacido en Roma”, la oración de relativo
“que han nacido en Roma” es equivalente a un adjetivo (= los niños romanos);
como lo habitual es que el relativo lleve antecedente, a la oración de relativo también se la denomina adjetiva. Pero a
veces ocurre que tenemos un relativo sin antecedente: en este caso la oración
de relativo se sustantiva, exactamente igual que un adjetivo que no lleve
sustantivo con el que pueda concordar; en “los hombres prudentes”, “prudentes”
es un adjetivo que concuerda con “hombres”, pero si quitamos el sustantivo y
decimos “los prudentes”, el adjetivo se ha sustantivado; lo mismo ocurre con la
oración de relativo: en la frase anterior “los niños que han nacido en Roma”,
la oración de relativo modifica al sustantivo “los niños” (el antecedente)
exactamente igual que si se tratara del adjetivo romanos (= los niños romanos);
pero si le quitamos el antecedente y decimos “los que han nacido en Roma”, la
oración adjetiva de relativo se ha sustantivado, igual que si hubiéramos dicho
“los romanos”.
b)
El adjetivo relativo latino es
exactamente el mismo que el pronombre relativo, es decir, qui quae quod; entonces, ¿cómo sabemos que es adjetivo y no
pronombre? Muy fácil: si es adjetivo lleva detrás de él, es decir, dentro de la
oración de relativo, un sustantivo con el que el adjetivo qui quae quod concuerda en género, número y caso, como cualquier
adjetivo; en cambio, si fuera pronombre, no concordaría con ningún nombre
dentro de su oración. Por ejemplo:
Legati venerunt Athenas pevenerunt,
quae urbs Graeciae caput erat
quae, un nominativo singular femenino, concuerda en género, número y caso
con el sustantivo urbs, que está
dentro de la oración de relativo, siendo, pues, un adjetivo; quae urbs es el sujeto de erat, mientras que caput es el atributo; la traducción literal es: “los embajadores
llegaron a Atenas, la cual ciudad es la capital de Grecia”. Pero está claro
que en castellano no nos expresamos así: no podemos decir “la cual ciudad”.
Entonces lo mejor es convertir el adjetivo relativo en pronombre relativo.
¿Cómo? Muy fácil: sabemos que en la oración del ejemplo anterior quae es un adjetivo relativo porque
concuerda en género, número y caso con el sustantivo urbs; por tanto, si no estuviera urbs, quae sería un
pronombre; pero no podemos suprimir alegremente una palabra: ¿cómo hacemos
entonces? Sacamos de la oración de relativo la palabra urbs y la traducimos entre ambas oraciones: “los embajadores
llegaron a Atenas, ciudad que era la capital de Grecia”, con lo que ya
tenemos una oración con perfecto sentido en castellano.
c)
La oración de relativo también puede estar introducida por un adverbio relativo; los adverbios relativos en latín son: ubi (donde, en
donde), quo (a donde), unde (de donde) y qua (por donde):
venit
in urbem unde amicus suus exierat
“llegó a la ciudad de donde había salido su amigo”;
se
trata de una oración de relativo (unde...
exierat) introducida por un adverbio relativo (unde); esta oración de relativo va referida a in urbem, que es el antecedente: el adverbio relativo no puede
concordar con el antecedente en género y número, como el pronombre relativo, ya
que un adverbio relativo no tiene ni género ni número; simplemente sabemos que in urbem es el antecedente por el
sentido. En otra frase como
equum invenit ubi eum reliquerat
“encontró el caballo donde lo había dejado”,
la
oración de relativo, introducida por un adverbio relativo (ubi) no lleva antecedente, por lo que se trata de una oración de
relativo sustantivada: ubi eum reliquerat
es CCL en donde de invenit.
El modo de la oración de relativo es el indicativo, pero a veces también podemos encontrarla en subjuntivo: cuando aparece en
subjuntivo tiene un matiz de posibilidad o es equivalente a una oración
circunstancial, la mayoría de las veces final, consecutiva o causal:
Galli legatos miserunt qui pacem
peterent
(la
oración de relativo qui pacem peterent lleva su verbo en subjuntivo -peterent es pretérito imperfecto de subjuntivo-; qui, un nominativo plural masculino, es
el sujeto de peterent y va referido a
legatos, acusativo plural masculino,
CD de miserunt; al ir el verbo de la
oración de relativo en subjuntivo puede tener esta oración un matiz de
posibilidad (los galos enviaron a unos embajadores los cuales posiblemente
pedirían la paz) o un matiz circunstancial final (los galos enviaron
embajadores los cuales pidieran la paz = para que pidieran la paz).
El
relativo en genitivo (cuius, quorum,
quarum, quorum) además de ser traducido por del cual, de la cual, de los
cuales o de las cuales, puede ser también traducido por cuyo, cuya, cuyos,
cuyas:
Videtis urbem, cuius muri a Graecis
deleti sunt
cuius, genitivo del pronombre relativo, con la función de CN del sujeto muri, va referido a urbem, su antecedente; la traducción literal es veis la ciudad de
la cual los muros fueron destruidos por los griegos (= cuyos muros fueron
destruidos por los griegos).
Scriptor cuius libros legisti Hispanus
est
cuius, genitivo con la función de CN, lleva como antecedente a scriptor; la traducción es: el escritor
del cual los libros has leído es hispano (= cuyos libros has leído).
Galli quorum oppidum a Romanis deletum
est se tradiderunt
quorum, genitivo plural, leva como antecedente a Galli; la traducción es: “los galos, de
los que la ciudad fue destruida por los romanos, se entregaron (= cuya ciudad
fue destruida por los romanos)”.
illi,
quorum poetarum opera legimus, in aeternum vivunt
quorum, un genitivo plural masculino, como concuerda en
género y caso con poetarum, un nombre
también en genitivo plural masculino que va dentro de la oración de relativo,
es un adjetivo relativo; quorum poetarum
va referido a illi. la traducción
literal es: “aquellos, de los cuales poetas la obras leemos, viven para siempre
(= aquellos, los poetas cuyas obras leemos, viven para siempre)”.
En ocasiones tenemos un relativo que
forma parte de una oración principal y que debe ser traducido por un
demostrativo: se trata del llamado falso
relativo o relativo demostrativo
o relativo coordinativo; este
relativo va siempre detrás de pausa fuerte y no introduce ninguna oración
subordinada:
Caesar cum
Gallis pugnavit; qui fortes milites erant
“César luchó contra los galos; estos eran unos
soldados valientes”.
La
oración qui... erant no es ninguna
oración subordinada: si lo fuera, ¿cuál sería su principal? La de pugnavit no podría serlo puesto que una
oración principal no puede estar separada de su subordinada por una pausa
fuerte; por tanto, las dos oraciones son principales, yuxtapuestas entre sí; qui, que va detrás de pausa fuerte, es
un falso relativo y por eso lo hemos traducido por un demostrativo.
Caesar cum Gallis pugnavit; qui barbari
flumen transierant
“César luchó contra los galos; estos bárbaros habían
cruzado el río”.
Qui barbari... transierant es una oración principal, yuxtapuesta a la de pugnavit; qui, un adjetivo relativo porque concuerda con barbari que va dentro de su oración, es un falso relativo y por eso
lo hemos traducido por un demostrativo.
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