lunes, 11 de abril de 2011

Rehaciendo los mitos II

EL MITO DE ÍCARO Y DÉDALO
Ícaro era un dios muy vago que estaba siempre tumbado al sol en el Olimpo y un día una hermosa ninfa le fue a visitar y le propuso ir de viaje por todo el mundo. 
Él al verla quedó como impactado por su belleza y quería con todas sus fuerzas viajar con ella, pero al ser tan vago había llegado un momento en el que al andar un poco se cansaba. Comenzó a pensar qué podía hacer y se le ocurrió llamar a su amigo Dédalo, el cual era muy ingenioso. Cuando llegó Dédalo a casa de Ícaro, éste le contó lo ocurrido y a Dédalo se le ocurrió construir unas alas para que así sin hacer mucho esfuerzo pudiera viajar por los cielos.
Al cabo de un mes, Dédalo terminó las alas. Entonces Ícaro fue a llamar a la ninfa para ir a viajar. Ella llegó al día siguiente y al ver las alas ella dijo que también se haría unas  y con sus poderes las duplicó. 
Ícaro y su amada probaron las alas y al ver que iban muy bien y que él no se cansaba, decidieron viajar por todo el mundo. Pero antes fueron a ver a Dédalo y a darle las gracias y finalmente salieron de viaje por los cielos y fueron felices y estuvieron juntos siempre.
ESTHER (1º BACHILLERATO, GRIEGO) 

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