lunes, 30 de mayo de 2011

La casa romana

Los alumnos de 4º de ESO están realizando durante este curso un trabajo de construcción de una maqueta de una casa romana, con este proyecto estamos intentando que diferencien las las partes de la casa romana y su conexión con la arquitectura que tenemos en la actualidad. La maqueta se expondrá en el Departamento de Cultura Clásica del instituto.

LA CASA ROMANA
Primitivamente la casa romana era una sencilla cabaña (casa, tugurium) de planta circular, con una techumbre cónica de césped. Esta vivienda fue sustituida por el modelo etrusco: cabañas de planta rectangular, con una abertura en el tejado para que saliera el humo y entrara la luz y el aire.
A partir del siglo II a. de C. los romanos pudientes, influidos por la cultura griega, enriquecieron y ampliaron sus casas, adosando por detrás del tablinum una segunda vivienda de características griegas. Se trata de la domus, o casa señorial. 
            En la domus, cada habitación, salvo el atrium, de uso común, estaba destinada a un uso concreto: cubiculum (dormitorio), cenaculum (comedor), tablinum (despacho del pater familias). Ante la puerta de acceso al atrium había un pequeño vestibulum; el atrium, espacio al aire libre, era el patio central de la domus, y por su abertura superior entraba el agua de lluvia (compluvium), que caía en un pequeño estanque central (impluvium), comunicado con una cisterna subterránea. En un rincón del atrio estaba el larario, hornacina destinada al culto doméstico. Alrededor de este patio había algunas pequeñas habitaciones y, alineada con el eje de la entrada, una amplia sala (tablinum) que el dueño utilizaba como sala de audiencias y reuniones con personas no pertenecientes a la familia. Esta habitación comunicaba con el peristilo, un segundo patio interior muy amplio. El peristilo estaba porticado y adornado con toda clase de plantas, flores, estatuas y surtidores. A su alrededor se estructuraban las habitaciones mejor iluminadas y más bellas de la casa (dormitorios, salones), de las que la más importante era el triclinio, sala en la que los romanos cenaban, tendidos en unos divanes ligeramente inclinados y apoyándose en almohadones. 
            Algunas casas tenían locales que daban a la calle, las tabernae, tiendas donde se vendían los productos cosechados en las tierras del dueño de la casa, o que eran alquiladas a terceras personas. 
            La casa era incómoda: el  mobiliario era escaso, las ventanas pocas y sin cristales, por lo que el interior era muy frío y oscuro. Generalmente no había letrinas, ni baños, ni agua corriente, salvo en algunas mansiones. En cambio, la decoración era lujosa y servía para tapar la mala calidad de los materiales: las paredes se pintaban con frescos magníficos y los suelos se cubrían de mosaicos. 
Pero la mayoría de los habitantes de Roma no vivía en domus sino en apartamentos de alquiler (cenacula), dentro de manzanas de casas (insulae). Su aspecto exterior era magnífico, con ventanas y balcones, pero eran de mala calidad e incómodos. Su distribución interior era similar a la de los pisos actuales, pero sin cocina ni baño. Estas colmenas humanas, fabricadas con materiales baratos y madera, estaban en constante amenaza de hundimiento o incendio. 
Había también casas fuera de la ciudad. Eran las villae. Entre éstas se distinguen las que están en el extarradio de la ciudad, generalmente amplias y suntuosas (villae suburbanae); y las de campo (villae rusticae), dedicadas a la agricultura y la ganadería, que formaban auténticas aldeas.







Texto tomado de:  http://iessapostol.juntaextremadura.net/latin/casa_antigua.html


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